Con epicentro en Plaza de Mayo –pero con réplicas en distintos puntos del país- la marcha fue convocada por organismos de derechos humanos, junto a agrupaciones políticas, sociales, estudiantiles y gremiales, en el marco de una convocatoria a la que se sumaron reclamos y protestas por las políticas de ajuste económico que aplica el gobierno de Javier Milei.
En forma simultánea al inicio de la marcha, el Gobierno difundió –en tono desafiante- un spot con su “versión” de los años 70, en la que cuestiona la cifra de los 30 mil desaparecidos, reclama “memoria, verdad y justicia completa” y acusa a los organismos de derechos humanos de haber montado un “gran negocio”.
Según los organismos de DDHH, la de hoy fue una de las marchas más multitudinarias desde el regreso de la democracia, con la presencia de decenas de Madres y Abuelas ya ancianas, desde sus sillas de ruedas o con bastones, y con una importante participación de jóvenes y familias completas.
A pesar de varios intentos, no se logró un acto unificado entre los distintos organismos, con lo cual finalmente se hicieron dos actividades por separado como en años anteriores.
El primer de ellos, convocado por 13 organismos de derechos humanos -entre ellos Abuelas de Plaza de Mayo, Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, HIJOS Capital y el CELS, entre otros- que fue acompañada con la participación activa de la CGT y las dos CTA.
Entre las agrupaciones políticas marcharon referentes de las distintas vertientes del peronismo, como Axel Kicillof y Máximo Kirchner; y del radicalismo, cuyo presidente Martín Lousteau encabezó una columna de organizaciones radicales.
Con la consigna “30 mil razones para defender la patria, nunca más miseria planificada”, los organismos marcharon desde el mediodía desde la intersección de la avenida de Mayo y Piedras hacia la Plaza, donde desde las 15 se leyó un documento.
“Las constantes provocaciones de Milei y Villarruel niegan todos los pactos internacionales con rango constitucional”, advirtió la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, en la primera parte del mensaje, en el que se pidió por la sanción de una ley antinegacionista.