La caída de ventas en los almacenes de barrio y en las grandes cadenas de supermercados refleja el grave deterioro del poder adquisitivo en Argentina, especialmente desde principios de año. La situación económica ha llevado a una contracción del consumo, que afecta tanto a los comercios de proximidad como a los grandes minoristas, con caídas en las ventas de entre 14% y 18% en los últimos meses.
Fernando Savore, titular de la Federación de Almaceneros Bonaerenses (FABA), confirmó que aunque algunos proveedores ofrecieron bonificaciones a los almacenes barriales, como descuentos en productos específicos (por ejemplo, el polvo bizcochuelo Exquisita bajó de $2900 a $1600 y algunos quesos crema con descuentos del 50%), esto no fue suficiente para revertir la tendencia de caída en las ventas.
El comportamiento de los consumidores también ha cambiado, ya que compran menos veces y reducen la cantidad de productos adquiridos en cada visita, lo que evidencia la presión económica que enfrentan las familias.