El reciente decreto del Gobierno Nacional que desregula la venta de medicamentos ha generado polémica, especialmente porque su implementación no será uniforme en todo el país. En la provincia de Buenos Aires, esta normativa no tendrá efecto debido a que ya existen leyes locales que regulan estrictamente la comercialización de fármacos.
Según el Colegio de Farmacéuticos bonaerense, la Ley 10.606 y su decreto reglamentario (2165/15) establecen que incluso los medicamentos de venta libre deben dispensarse exclusivamente en farmacias, bajo la supervisión directa de un farmacéutico. Además, estos productos no pueden estar al alcance directo del público, lo que garantiza un entorno controlado y profesional.
Este marco normativo busca priorizar la seguridad sanitaria y evitar riesgos asociados con la automedicación o el acceso irresponsable a fármacos. La desregulación propuesta por el Gobierno Nacional apunta a fomentar la libre elección y el acceso, pero ha generado preocupaciones en torno a los posibles impactos en la salud pública y en la calidad del servicio farmacéutico.
La tensión entre la desregulación a nivel nacional y las normativas provinciales destaca las diferencias en las prioridades de política sanitaria, dejando a la provincia de Buenos Aires como un caso aparte en esta discusión.