La reciente incorporación de los 66 comedores de la organización «El Amanecer de los Cartoneros» al Programa Alimentar representa un avance significativo en la lucha por garantizar el acceso a la alimentación en los sectores más vulnerables. Este logro no solo responde a meses de movilización y presión de la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), sino que también marca un precedente en la implementación de políticas sociales frente a mandatos judiciales.
El fallo del Juzgado Contencioso Administrativo Federal N°7 fue clave para que el Gobierno, a través del Ministerio de Capital Humano y su Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia, cumpliera con esta medida. La decisión refleja el impacto de la organización comunitaria y el rol de los movimientos populares en la articulación de demandas urgentes, como lo destacó Alejandro Gramajo, secretario general de la UTEP.
Gramajo enfatizó que esta victoria no solo responde a la necesidad de combatir el hambre, sino que también fortalece la organización comunitaria, posicionándola como un baluarte frente a problemáticas más profundas como el narcotráfico y el crimen organizado en los barrios populares. Esta perspectiva subraya la importancia de los comedores y otros espacios comunitarios no solo como centros de asistencia, sino como pilares en la construcción de tejido social y resistencia comunitaria.
Aunque este avance es importante, también pone de relieve los desafíos estructurales que enfrenta el sistema de políticas sociales en Argentina.