El paro de los productores yerbateros refleja una problemática estructural en la cadena de valor de la yerba mate, donde los agricultores enfrentan una brecha significativa entre el precio que reciben por la materia prima y el valor final del producto en el mercado. Este descontento, como señala Marcelo Hacklander, surge de la histórica relación entre el precio del kilo de hoja verde y el costo del paquete en góndola, que actualmente está muy desequilibrada.
La desregulación del mercado parece haber intensificado las dificultades, al permitir un aumento sostenido en los precios al consumidor sin que ello beneficie a los pequeños productores. En este contexto, los agricultores no solo están perdiendo margen de ganancia, sino que enfrentan retos para cubrir sus costos operativos, lo que pone en riesgo la sustentabilidad de su actividad.
Este tipo de conflictos resalta la necesidad de una regulación más justa en el sector, que permita distribuir mejor los beneficios a lo largo de la cadena productiva. Posibles soluciones podrían incluir mecanismos de control de precios, subsidios para productores o políticas que fomenten una mayor equidad entre los diferentes actores del mercado de yerba mate.