El desempleo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires experimentó un notable aumento en el último trimestre de 2024, alcanzando el 6,7% de la Población Económicamente Activa (PEA), lo que equivale a 113.500 porteños sin empleo. Este aumento marca un salto considerable respecto al 4,6% registrado en el mismo período del año anterior, lo que representa un incremento del 50,7% en la cantidad de personas desocupadas en la ciudad.
El impacto de esta crisis laboral no ha sido homogéneo entre los distintos sectores de la población. Las mujeres fueron las más perjudicadas, con una tasa de desocupación del 7,8%, frente al 5,7% registrado entre los hombres. La brecha de género en el mercado laboral continúa siendo una preocupación, con las mujeres enfrentando mayores dificultades para acceder a empleos formales y bien remunerados.
Además, las comunas del sur de la ciudad (Comunas 4, 8, 9 y 10) fueron las más afectadas, con una tasa de desocupación que alcanzó el 9,2%, muy por encima del promedio general. Este aumento es significativo, ya que en el mismo período de 2023, la tasa de desempleo en estas zonas era del 5,1%, lo que refleja una creciente disparidad entre las diferentes áreas de la ciudad.
El perfil de los nuevos desocupados revela que el 93% de ellos proviene del sector privado, siendo el 85,5% de ellos trabajadores del sector de servicios. Además, la mayoría (71,3%) se desempeñaba en tareas de baja calificación, y el 72,8% tenía menos de cinco años de antigüedad en su último empleo. De los que perdieron su trabajo, el 71,7% eran asalariados, mientras que el 26,2% eran trabajadores independientes.
Uno de los datos más alarmantes es que el 61,2% de los asalariados no contaba con registro en la seguridad social, lo que pone de manifiesto la alta informalidad laboral en la ciudad. Esto implica que una gran parte de los trabajadores desocupados carecía de acceso a derechos laborales y prestaciones sociales, lo que los deja en una situación de mayor vulnerabilidad.
Este aumento en la desocupación refleja una compleja realidad económica que afecta a miles de porteños, especialmente en los sectores más vulnerables, y subraya la necesidad urgente de políticas públicas que fomenten la creación de empleo formal y reduzcan las desigualdades laborales en la ciudad.