El Presidente Javier Milei ordenó disolver la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) y crear cuatro agencias que estarán bajo el control de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE), que, de esta forma, volverá a llevar el nombre que tuvo hasta 2015, cuando fue disuelta por el kirchnerismo. La medida fue comunicada este martes a través de los Decretos 614 y 615.
El organismo volverá a ser una secretaría y estará bajo la órbita de Presidencia de la Nación, en tanto que se reorganizará en cuatro agencias «creadas con el fin de transformar y modernizar el sistema de inteligencia» y con el eje en tareas de seguridad interior, defensa, tecnología y auditoría integral de todo el sistema: Servicio de Inteligencia Argentina (SIA); Agencia de Seguridad Nacional (ASN); Agencia Federal de Ciberseguridad (AFC) y División de Asuntos Internos (DAI). Estará a cargo del secretario Sergio Neiffert.
«La desnaturalización del rol de la agencia de inteligencia durante décadas fue total; lejos de poner sus recursos al servicio de la protección del pueblo argentino, el organismo fue utilizado para actividades espurias como el espionaje interno, el tráfico de influencias y la persecución política e ideológica», dijo este lunes la Oficina del Presidente de la República Argentina.
«Sin una supervisión efectiva, producto de intervenciones que se extendieron durante años, la proliferación de estas conductas constituyó una deuda con el sistema democrático y republicano que hoy comenzamos a saldar», agregó.