Cristina Kirchner, ex presidenta de Argentina y actual vicepresidenta, anunció que aceptará la convocatoria para presidir el Partido Justicialista (PJ). Su decisión tiene como objetivo promover el debate en unidad, pero aclaró que esta unidad necesita una «dirección y proyecto» para poder construir un peronismo fortalecido en el contexto de una Argentina que, según sus palabras, se ha vuelto difícil para la mayoría de sus habitantes. Con esta declaración, Kirchner subraya la importancia de la cohesión interna del partido, mientras remarca los desafíos que enfrenta el país a nivel socioeconómico y político.
El comunicado de la exmandataria refleja su profunda preocupación por la situación política y social en Argentina bajo la presidencia de Javier Milei. Al señalar que, a pesar de su larga trayectoria en el peronismo, nunca había presenciado un momento tan crítico, enfatiza la gravedad de la situación actual. Su crítica al estilo del presidente, al que describe como un «showman economista», destaca su percepción de que Milei ha dejado de lado propuestas serias en favor de un espectáculo mediático que, en su opinión, no beneficia al país.
Además, al mencionar el «clima de violencia generalizada» que se ha generado, sugiere que el enfoque combativo y provocador de Milei podría estar exacerbando tensiones en la sociedad. Esta posición evidencia una preocupación por la estabilidad democrática y el bienestar social en Argentina, así como un llamado a la reflexión sobre el rumbo del peronismo y del país en general.