Ecuador, golpeado por una oleada de violencia asociada al narcotráfico, declaró «terroristas» a los grupos criminales, que serán combatidos por militares al considerar que son una amenaza contra el Estado.
La medida, tomada por el Consejo de Seguridad Pública y del Estado (Cosepe), permitirá movilizar -sin necesidad de decretar estados de excepción- a militares a las calles para enfrentar a los Grupos de Delincuencia Organizada (GDO), que mantienen nexos con los carteles mexicanos de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, entre otros.
El organismo resolvió «declarar al terrorismo como amenaza que atenta contra los elementos estructurales del Estado y por consiguiente a su seguridad integral, como está concebido en la normativa internacional y la legislación ecuatoriana», dijo a la prensa el secretario del Cosepe, Wagner Bravo, citado por la agencia de noticias AFP.
El Cosepe, integrado por todas los poderes estatales y las cúpulas de la Policía y de las Fuerzas Armadas, sostuvo una reunión liderada por el presidente Guillermo Lasso en la sede de gobierno en Quito.
Los enfrentamientos entre reclusos dejan más de 420 presos muertos desde 2021, mientras que fuera de las penitenciarías la tasa de asesinatos casi se duplicó entre ese año y 2022, pasando de 14 a 25 por cada 100.000 habitantes, según las autoridades.