La disminución de personal en el CONICET y en el sector científico público en Argentina es una señal preocupante para la comunidad académica y científica del país. Esta reducción, que no se observaba en los últimos veinte años, afecta no solo a los investigadores y becarios que desarrollan proyectos en áreas fundamentales como salud, energía, medio ambiente y tecnología, sino también al avance general del conocimiento y al desarrollo científico y tecnológico del país.
Las cifras revelan que no solo el CONICET ha sufrido esta merma, sino también el sector público de ciencia y tecnología en general, con una caída de más de 2,600 empleos en 2024. Esta situación se da en un contexto de incertidumbre económica, donde el financiamiento y la estabilidad laboral son desafíos constantes para los científicos y técnicos. La pérdida de personal podría tener efectos a largo plazo en la innovación y en la capacidad de respuesta de Argentina frente a problemáticas nacionales e internacionales que requieren soluciones basadas en la ciencia y la tecnología.
Este contexto exige políticas públicas que fortalezcan el sector científico, promoviendo una mayor inversión en recursos humanos, infraestructura y financiamiento sostenido, para garantizar el crecimiento y la relevancia de la ciencia argentina en el futuro.