El gobernador Axel Kicillof está respondiendo de manera activa a las consecuencias del plan de ajuste implementado por el gobierno nacional liderado por Javier Milei. Uno de los principales ejes de la gestión bonaerense es la reactivación de más de 300 obras que habían sido paralizadas por la Nación, abarcando áreas como infraestructura educativa, social y de saneamiento. Entre los proyectos, destacan la finalización de 86 Centros de Desarrollo Infantil en 60 municipios y la reanudación de 38 obras en universidades nacionales, además de 200 proyectos de agua y saneamiento.
Este esfuerzo no solo apunta a mejorar las condiciones de vida en la provincia, sino también a generar nuevos puestos de trabajo. Para ello, el gobierno bonaerense ha incrementado significativamente el presupuesto destinado a la obra pública, proyectando un aumento de casi el triple en comparación con lo inicialmente previsto para 2023. A fines de este año, la inversión en infraestructura alcanzaría los 695 mil millones de pesos, lo que refleja la prioridad que la administración de Kicillof otorga a este rubro.
Además, el gobernador ha tomado medidas para mitigar el impacto social del ajuste, como la suba del 20% en la asistencia social para niños y adolescentes a partir de octubre, y un plan para frenar los aumentos en tarifas de servicios básicos como luz, gas y agua.