La eliminación del Programa Nacional para el Desarrollo de Parques Industriales marca un giro en la estrategia del Gobierno hacia la política industrial en Argentina. Este programa, instaurado inicialmente en 2010 y ampliado en 2020, buscaba fomentar el crecimiento de las Pymes, promover la generación de empleo y la innovación tecnológica, y fortalecer el desarrollo regional a través de parques industriales. La decisión de derogarlo, según el Decreto 1077/2024, responde a la necesidad de «optimizar recursos» y reorientar las políticas hacia estrategias que fortalezcan la competitividad y la atracción de inversiones.
Este cambio refleja una visión distinta sobre el rol del Estado en la promoción industrial, priorizando, según el gobierno, una mayor coordinación entre las provincias y la Nación. Sin embargo, la medida podría generar debate, ya que el programa había sido valorado por su capacidad de fortalecer las economías regionales y formalizar el sector productivo.
El argumento central del Ejecutivo es que la crisis económica y social de los últimos años exige una reorganización profunda de las políticas públicas. No obstante, críticos podrían señalar que la eliminación de programas como este podría impactar negativamente en sectores clave de la economía, especialmente en las Pymes, que representan una parte importante del tejido productivo del país.