A 9 meses de la asunción de Javier Milei, la motosierra fue pasando por distintas dependencias del Estado nacional. Le tocó a la Línea 144, a Télam, al reactor nuclear CAREM, entre otros. Ahora le tocó a la agencia nacional del cannabis.
A través del Decreto 833/24, el presidente de la nación dispuso la intervención de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (ARICCAME). Se trata del organismo creado por ley en 2022 que supo controlar un intendente bonaerense.
La idea de la agencia era fomentar la producción y la investigación vinculada a la planta de cannabis, sus semillas y productos derivados. Sin embargo, en el Decreto hablaron de «falta de persona, una inadecuada operatividad, falta de emisión de licencias y autorizaciones habilitantes».
Con esos argumentos, la administración libertaria decidió intervenir el organismo por el plazo de un año con posibilidad de prorrogarlo. Quien quedó a cargo del organismo es el médico Ignacio Ferrari, un especialista en oftalmología que integra una organización de médicos dedicada a brindar consultoría terapéutica con cannabis medicinal.
Según la norma publicada en el Boletín Oficial, el interventor deberá «proceder a una reorganización profunda de la ARICCAME» y efectuar «un rediseño organizativo». Esto incluye administrar los recursos humanos y regularizar todos los programas y proyectos que tenía en marcha la agencia.