domingo, septiembre 8, 2024
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La industria pyme experimentó una caída del 30% en comparación con el mismo período del año anterior durante el primer mes de 2024.

Según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), el Índice de producción industrial pyme registró una caída del 30% interanual a precios constantes y una disminución del 9,1% en comparación con el mes anterior durante el mes de enero. En un informe, la entidad advirtió que la industria manufacturera pyme comenzó el año con una fuerte caída.

En el primer mes del año, se observó una disminución del 30% en la facturación del sector en comparación con el mismo mes del año anterior. Además, se destacó que es el segundo mes consecutivo en el que se registra una contracción de la actividad fabril, lo cual es preocupante.

En enero, las empresas operaron con el 70,8% de su capacidad instalada, lo que representa una disminución de 2,3 puntos porcentuales en comparación con diciembre.

En cuanto a los sectores, todos experimentaron fuertes caídas en la comparación anual durante enero. Los más afectados fueron «Papel e Impresiones» (-41,7% interanual) y «Químicos y plásticos» (-35,6% interanual).

Le siguen «Metálicos, maquinarias, equipos y material de transporte» con una disminución interanual del 34,8%; «maderas y muebles» con un 30,6% menos; «Alimentos y bebidas» con un 22% menos; e «Indumentaria y textil» con un 18,2% menos.

Estos resultados se basan en el Índice de Producción Industrial Pyme (IPIP) elaborado por CAME, que incluye una muestra de 413 industrias pyme a nivel nacional.

El informe señala que el sector industrial está sufriendo el deterioro del poder adquisitivo de la población y la pérdida de competitividad en los mercados internacionales, lo cual afecta a las empresas con perfil exportador. Por lo tanto, las industrias pyme se preparan para un panorama complicado en los próximos meses.

Desde la entidad, destacaron que la rentabilidad de la industria está amenazada por varios factores, como la disminución del consumo debido al debilitado poder adquisitivo, la persistente inflación y el inminente aumento de las tarifas de servicios públicos como la electricidad. Todo esto genera un clima de incertidumbre y riesgo para la actividad industrial.

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