El Hospital Garrahan se convirtió por estos días en el primer centro de alta complejidad del país en alcanzar los 100 trasplantes cardíacos en pediatría, ratificando un liderazgo y excelencia que, según los sindicatos, “está en zona de riesgo”, con un “presupuesto congelado” para afrontar tanto un incremento de los costos de funcionamiento como una “sobrecarga” de la demanda de atención, configurando una situación que “es una bomba de tiempo”.
“Por supuesto que nos enorgullece toda la labor del equipo de cirugía cardiovascular que realizó el trasplante número 100, pero quiero resaltar que esto es todo lo que nos cargamos al hombro los trabajadores y trabajadores del hospital, con salarios de ingreso que rozan el mínimo para no ser pobre y adicionales congelados desde octubre; pero además con mucha incertidumbre acerca del presupuesto del hospital, que así como está llega sólo hasta junio”, dijo a Norma Lezama, presidenta de la Asociación de Profesionales y Técnicos del Garrahan.
“Es frecuente que surjan noticias acerca de las hazañas científicas y de prácticas médicas, que no son un logro de los funcionarios sino producto del esfuerzo de decenas de trabajadores y trabajadoras del Garrahan que no reciben una recompensa ni salarial ni de mejora en las condiciones de trabajo por esto, pero que además ven cuestionada la propia continuidad de esas propias prácticas porque estamos en una situación presupuestaria crítica, parecida a la que atraviesan las universidades, con la diferencia es que las autoridades del hospital no denuncian esta situación”, aportó Alejandro Lipcovich, trabajador del Hospital Garrahan y secretario general de la junta interna de ATE.