El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, fue dado de alta este domingo del hospital Sirio-Libanés en São Paulo, tras haber sido sometido a una operación de urgencia por una hemorragia intracraneal. La intervención fue necesaria debido a un golpe en la cabeza que sufrió hace casi dos meses y que terminó causando complicaciones.
Aunque los médicos han indicado que los próximos 15 días requerirán mayores cuidados, Lula podrá retomar sus actividades habituales con la única restricción de evitar ejercicios físicos durante las próximas semanas. El presidente permanecerá en São Paulo hasta el jueves, cuando será sometido a nuevos exámenes médicos para monitorear su recuperación.
El doctor Roberto Kalil, cardiólogo del mandatario, señaló que la evolución de Lula ha sido «más rápida de lo esperado». Por su parte, la doctora Ana Helena Germoglio destacó que la recuperación del presidente ha superado las expectativas, lo que representa un alivio tanto para los médicos como para el propio Lula.