Este miércoles las y los trabajadores del reparto realizaron una caravana cerca del mediodía, desde el Obelisco hasta la Legislatura porteña para reclamar por condiciones laborales, que empeoraron dramáticamente en medio de la pandemia y la crisis sanitaria del COVID, a partir de que el lunes se diera a conocer la sexta muerte de un repartidor -esta vez en Córdoba- en lo que va de la cuarentena.
Damián Zárate, trabajador de Rappi, sostuvo que «las y los trabajadores de reparto somos esenciales: proveemos de sus necesidades a los abuelos, somos los que les llevamos el alimento a los demás trabajadores como las enfermeras de la primera línea, los que hacemos posible que las madres no salgan de sus casas con sus hijos a hacer las compras».
Por su parte, Laura Cáceres, trabajadora de Pedidos Ya, agregó que «si nos contagiamos no tenemos obra social donde atendernos, ni licencia por enfermedad. Nuestra situación es de vulnerabilidad extrema: ya son seis los repartidores muertos desde el comienzo de la cuarentena producto de las condiciones y los ritmos de trabajo que nos imponen las empresas, ni ART tenemos».
«Nos vamos a dirigir a la Legislatura donde el oficialismo pretende aprobar un proyecto que legitima esta forma de precarización y fraude laboral. Necesitamos que nos escuchen. Nos obligan a esta situación ya que se declaró un servicio esencial pero nos exponen al posible contagio día a día», sintetizó Laura.