El informe del Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA) evidencia una crisis profunda en términos de pobreza infantil en Argentina, con cifras alarmantes que reflejan un deterioro continuo en las últimas décadas. Según los datos revelados, el 65,5% de los niños vive en situación de pobreza, mientras que un 19,2% enfrenta indigencia, lo que implica que 2 de cada 10 niños están en pobreza extrema.
Agustín Salvia, director del ODSA, contextualizó esta problemática explicando que no solo es consecuencia de políticas recientes de ajuste económico, sino del agotamiento de un ciclo económico de más de 20 años. Este análisis pone en relieve el impacto estructural y de largo plazo que atraviesa el país, evidenciado en el aumento significativo de la pobreza infantil desde 2011-2012, cuando era del 40%.
Además, Salvia señaló una «desinversión generacional», refiriéndose al deterioro en las políticas públicas y en la capacidad del Estado para garantizar derechos básicos como la alimentación, la educación y la salud. Aunque reconoció la necesidad de algunas medidas del gobierno actual, destacó que estos indicadores exigen un replanteo profundo de las políticas sociales y económicas.
Estas cifras no solo reflejan un presente complejo para la niñez, sino que también proyectan desafíos graves para el futuro del país, ya que el impacto de estas condiciones en las generaciones más jóvenes puede tener consecuencias a largo plazo.