El informe que mencionas revela una problemática social importante en Argentina, especialmente en la juventud, un grupo vulnerable frente a la crisis económica. Según los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del INDEC y el análisis del Centro RA de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, uno de cada cuatro jóvenes en el país ha quedado fuera del sistema laboral en los últimos seis meses, lo que ha provocado que muchos de ellos se enfrenten a situaciones de indigencia.
La indigencia, definida como la incapacidad de cubrir las necesidades básicas alimentarias, es un indicador crítico de la exclusión social. En este contexto, que afecta a personas de entre 14 y 29 años, se suma a otros factores de vulnerabilidad como el desempleo juvenil, la informalidad laboral y las dificultades para acceder a la educación de calidad.
La situación es preocupante, ya que los jóvenes representan casi una cuarta parte de la población total, un segmento clave para el desarrollo futuro del país. Además, la distribución entre géneros es relativamente equitativa, con un 51% de varones y un 49% de mujeres, lo que indica que esta crisis afecta a toda la juventud de manera generalizada, sin distinciones de género.
Este tipo de datos refleja la urgencia de implementar políticas públicas que promuevan la inclusión laboral y social de los jóvenes, mejoren el acceso a la educación y reduzcan las tasas de indigencia.